En Tailandia se puso en práctica la prohibición de las fundas plásticas, desde el pasado 1 de enero, como forma de contribuir a la preservación del medio ambiente.
Esta decisión surge por la noticia reciente de la muerte de un bebé dugongo, animal marino en peligro de extinción, por causa del plástico que se encontró en su estómago, asiendo reflexionar a los tailandeses del desperdicio de platico y la contaminación de los mares.
Todas las cadenas de supermercados de ese país han dejado de ofrecer las balsas plásticas, en vez de eso ofrecen por unos centavos una bolsa tejida reutilizable, claro que esto es solo un comienzo, ya que estas bolsas contiene plástico en su material.