“Nadie había intentado nunca poner en órbita un cohete impreso en 3D y, aunque hoy no lo hemos conseguido, hemos reunido datos suficientes para demostrar que es posible hacer volar cohetes impresos en 3D”, declaró el responsable técnico de pruebas y lanzamientos de Relativity Space, Arwa Tizani Kelly.
El cohete Terran 1 no alcanzó la órbita en un vuelo de prueba desde la estación espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. A solo pocos minutos del despegue, los controladores de la misión informaron de anomalías en la etapa superior.
La misión denominada “Good Luck, Have Fun” (Buena suerte, diviértete) se diseñó para permitir a los ingenieros estudiar el comportamiento del propulsor en la plataforma de lanzamiento y a lo largo de su viaje al espacio.
Según la empresa, aproximadamente el 85% de la masa del cohete de 110 pies (33.5 metros) de altura, incluidos sus nueve motores, se imprimió en 3D. Relativity afirma que su objetivo es que las futuras versiones estén impresas en 3D en un 95% y sean totalmente reutilizables.
Los responsables de Relativity han afirmado que la impresión en 3D podría abaratar la construcción de cohetes y la fabricación de cápsulas espaciales y otros componentes para misiones a la Luna y más allá.